En Pachuca hay un lugar donde los pasteles no se encargan: se crean. Se llama Frimousse Pastelería y su Cake Bar es justo lo que no sabías que necesitabas. Aquí llegas, eliges sabor (chocolate, vainilla, confetti o red velvet), el color del pan, el glaseado (ese que chorrea bonito) y el topping o tema. En 30 minutos tienes tu pastel fresco y personalizado, ideal para 20 personas. ¿Cumpleaños improvisado? Resuelto.
Frimousse está en Av. Solidaridad 1401, Col. Piracantos, y abre de lunes a viernes de 9 am a 8 pm, y sábados hasta las 7. Además de pasteles completos (desde $380), venden rebanadas ($35), cheesecake (fresa, frutos rojos o tortuga), galletas de sabores únicos (como conejo turín o red velvet) y los roles de canela en tres leches que merecen capítulo aparte: versión pequeña o jumbo, ambos adictivos.
¿No puedes pasar por tu pedido? También envían por taxi seguro o Uber, y si es para más de 100 personas, tienen servicio de entrega a domicilio. Y si lo tuyo es aprender, ofrecen clases de repostería, desde lo básico hasta decoración.
Los pasteles personalizados son su especialidad: lo que ves bonito, también se come. Y cada jueves hay promoción, así que más vale preguntar.